Nuestra historia, nuestros orígenes. De Discos Carrots a Carrots Área Reservada.
Para saber a dónde vas, primero hay que saber de dónde vienes, y en Carrots estamos muy orgullosos de nuestros orígenes.
Todo comenzó con la huevería la Confianza, de mi bisabuelo Alfonso Ros, ubicada en la Calle Jabonerías 9 y Santa Florentina 19, que dio paso a discos Carrots, inaugurada en 1969 en el número 18 de la Calle Santa Florentina por mi abuelo Chencho Ros y su hermano Cayetano.
Es mucha la gente que me pregunta, ¿Por qué Carrots?, pues muy fácil, el nombre, al igual que el negocio, fue idea de mi tío abuelo Cayetano Ros, de manera que como en aquella época estaba tan de moda lo anglosajón, a Cayetano Ros (CA-RROS) se le ocurrió la idea de añadirle una «T», y de ahí viene Carrots.
Tras el éxito de la tienda de discos, optaron por un local más grande, y así en 1973 se trasladaron a Santa Florentina 8, donde se ubicó la emblemática y archiconocida tienda Discos Carrots, y en el local de al lado (Santa Florentina 10) la tienda de cintas de cassettes, cartuchos y guitarras españolas, regentada por mi abuela y en la que tantas horas he pasado desde muy pequeño escuchando flamenco.
Tras más de 30 años de un exitoso negocio, en el año 2000 mi abuelo Chencho construye el edificio Carrots, donde se ubica y reagrupa la tienda, con tres plantas dedicadas a la música.
En la entrada, donde solía estar mi madre, Fina Cerezo, encontrábamos las novedades, con distintos puntos de escucha para probar nuestros discos favoritos, así como espacios dedicados a los diferentes festivales de la zona, como la Mar de Músicas o el Festival de Jazz de San Javier.
Al fondo del primer piso, donde solía estar María José y mi tía Ana Ros, se ubicaba el flamenco y la canción española, sin duda mi parte favorita de la tienda, donde pasaba días enteros probando discos y descubriendo el mundo de lo jondo, así como el despacho de mi abuelo, el espacio en el que desarrollaba las tareas administrativas y donde tantas quinielas (afición heredada de mi bisabuelo) hemos «echao» a lo largo de los años.
En el sótano, el lugar de mi tío Nacho y mi prima Estefanía Ros se encontraba el pop, rock, heavy metal, hip-hop, jazz, soul, techno, camisetas… y al fondo el Vídeo club regentado por mi tío Cayetano.
En la planta de arriba encontrábamos la música clásica y los instrumentos, y ahí solía estar mi padre, Alfonso Ros, aunque éste merece punto y aparte, pues se movía por toda la tienda atendiendo a los muchos clientes que venían de distintos puntos de España en busca de sus conocimientos musicales.
Además de la tienda física, teníamos nuestro stand en los distintos festivales de la zona, Mar de Músicas, Festival Internacional de Flamenco de Lo Ferro, Festival Internacional del Cante de las Minas de la Unión, Festival de Jazz de Cartagena y Festival de Jazz de San Javier, donde tantos y tan buenos ratos hemos compartido, haciendo infinidad de amigos enamorados de la música.

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